jueves, septiembre 27, 2007

El Preso Nº 58866




Con este título me vienen a la memoria las notas de “El Preso Nº 9”, una clásica canción mexicana, que hablaba de un hombre al que iban a fusilar. Pero ¡nada que ver! Ese preso, del que hablaba el bellísimo tema interpretado por Cuco Sánchez o por Joan Baez varias décadas atrás, estaba condenado por un femicidio. En realidad creo que en este tiempo nadie le haría una canción. Me estremece cada nueva noticia que casi diariamente anuncia la muerte de una nueva mujer a manos de su pareja, marido o conviviente, un hecho que retrata la despiadada y sexista sociedad en que vivimos.

Sin embargo este preso, Kurt Julius Goldstein, al que le rindo homenaje sincero sin haber tenido el honor de haberlo conocido, llevaba el número Nº58866 tatuado en su brazo izquierdo. Este símbolo vivo de la lucha contra el nacismo, falleció el pasado lunes 24 de septiembre en Berlín, a los 92 años. En el campo de concentración de Auschwitz, los nazis lo habían marcado con ese número en su brazo derecho, como quien marca a una bestia. Pero este hombre era de aquellos que constituyen el escalón más alto de la especie humana, era un combatiente internacionalista y sobreviviente de los campos de concentración nazis. A consecuencia de la persecución contra los judíos alemanes se había exiliado en Francia, pero se alistó en las Brigadas Internacionales cruzando la frontera cuando Franco dio el golpe militar en España. Asi, luchó en la guerra civil española, teatro de operaciones de la primera batalla contra el fascismo en Europa. Derrotada la República, Kurt Goldstein regresó a Francia, donde fue internado en el campo del Vernét donde se encerraba a los “individuos peligrosos para el orden público y la seguridad nacional”, en general comunistas y dirigentes de las Brigadas Internacionales. Los internados en los campos del sur de Francia sufrieron rápidamente las consecuencias de las cada vez más estrechas relaciones del gobierno de Vichy con el régimen nazi. Goldstein estuvo entre los alemanes deportados al campo de exterminio de Auschwitz, donde pasó 30 meses de cautiverio.
Conducido en la “marcha de la muerte” hacia el campo de Buchenwald, el combatiente internacionalista fue liberado el 11 de abril de 1945.
Como sobreviviente y estandarte de la memoria, era Presidente del Comité Internacional de Auschwitz y fue distinguido con la Cruz del Mérito Alemán. En el año 1996, junto al resto de los miembros de las Brigadas Internacionalistas, obtuvo la nacionalidad española.

¡¡¡Gracias Preso Nº 58866!!! tituló el periódico "Junge Welt" el día que se conoció la noticia de su partida de este mundo. Kurt Goldstein, nacido en Dortmund, Alemania, había sido dirigente de las juventudes comunistas y del Partido Comunista Alemán. Hasta sus últimos días estuvo en primera línea en la lucha contra el nazismo redivivo hoy y participaba en la denuncia de quienes intentan permanentemente ocultar las redes facistas que aún perduran en Alemania.

Mis amigos chilenos de Berlín, que me han permitido conocer la notable historia de este combatiente antifascista, consideraban a Goldstein un referente por su internacionalismo, consecuencia y humildad y además por su incesante lucha frontal contra esa izquierda que claudica y negocia su verdadera historia. Su internacionalismo lo había llevado a conocer personalmente el proceso de la Unidad Popular en Chile de los 70`. Según estos amigos, conversar con él - que hablaba un perfecto español - era como asomarse a un inédito libro abierto que comunicaba la historia no escrita en los textos oficiales. “Ese magnetismo de su discurso y el atractivo de su charla estaba sin duda basado en la consecuencia política-humana de este combatiente, bajo de estatura pero enorme en transparencia y claridad”, aseguran ellos que registraron su testimonio, y se inclinan hoy ante este protagonista de la otra historia, esa que registra las luchas y esperanzas de hombres y mujeres dignos y que necesitamos compartir aquí, allá y donde sea, globalizando también la memoria de la resistencia de los pueblos contra la opresión.

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