sábado, abril 19, 2008

El imperio de CELCO. Ahora el ducto de celulosa Nueva Aldea pasará por la población René Schneider de Coelemu

La COREMA (Comisión de Medio Ambiente de la región del Bío Bio) dio luz verde al paso del ducto de celulosa Nueva Aldea por la población René Schneider de Coelemu, sin necesidad de hacer un Estudio de Impacto Ambiental. Indignados están los coelemanos que asistieron a la sesión y que anunciaron que no se quedarán de brazos cruzados.
Claudia Vergara, madre de dos niños, habitante de la población René Schneider de Coelemu no pudo contener su indignación cuando por unanimidad los integrantes de la Comisión Regional de Medio Ambiente del Bío Bío decidieron que el nuevo trazado del ducto de residuos industriales de Celco Nueva Aldea no requiere ser ingresado al sistema de evaluación de impacto ambiental.
Los quince consejeros presentes en la sesión ordinaria de este lunes 14, concordaron así con lo expuesto por cuatro servicios públicos además de la Municipalidad de Coelemu, en cuanto a que las modificaciones no ameritaban un estudio de impacto ambiental, como lo quería la comunidad afectada.

“¿Cómo no va a ser necesario un estudio de impacto ambiental si somos nosotros los afectados?”, reclamaba Claudia tras escuchar la decisión de la Corema. Y no fue la única en reaccionar airadamente. Joaquín Cisternas, vocero del Movimiento de Ciudadanos por la Defensa de la Vida de Coelemu, estaba más molesto aún y con evidente impotencia aseguraba que “las autoridades perdieron los estribos. ¿Por qué privilegian siempre a una minoría? ¿Qué está pasando?”, se preguntaba.

Todo había comenzado pasadas las 16 horas, cuando se dio inicio a la sesión ordinaria de la Corema, presidida por la intendenta María Angélica Fuentes.

Primero se dio la posibilidad de que representantes de la comunidad hablaran del tema antes de conocer el informe de la CONAMA. Habló Claudia Vergara por los habitantes de la René Schneider. Con voz algo nerviosa, expresó: “Mi casa queda colindante con el nuevo trazado del ducto y que atraviesa la parte urbana de mi pueblo. En estos días junto a los vecinos hemos vivido horas angustiosas ya que la celulosa Celco sin ninguna autorización está perforando los sitios y haciendo las zanjas por donde espera pasar las inmensas tuberías de 1,2 metros de diámetro dejando casas a punto de derrumbarse con trabajos con maquinaria pesada. Tenemos temor por nuestras vidas y el futuro de nuestros hijos, ya que los respiraderos del ducto que se instalarán estarán ubicados cerca de muchos hogares y de uno de los colegios más grandes de la ciudad. Somos gente humilde, que nos ganamos el pan con mucho sacrificio pero que estamos felices de vivir en una comuna sin contaminación. Parece que esto se acabó, a pesar que nosotros no elegimos vivir cerca ni al lado de la celulosa…”

Tras sus palabras, expuso el arquitecto oriundo de Coelemu, Antonio Zelada, quien habló del impacto en la calidad de vida que tendrá el emisario cruzando la zona urbana. “Si a una empresa se le ocurre pasar sus riles por la trama urbana de un pueblo, lo que hace es deteriorar la imagen de ese pueblo, que tiene un nivel de vida que hay que cuidar. Ese impacto no se considera”, señaló.

El último en intervenir fue Genaro Muñoz, residente del sector de Meipo, donde Celco ya construyó parte del emisario. Sus breves palabras fueron para expresar su aprobación pues afirmó “que a nosotros el ducto nos ha traído beneficios”, aunque no los detalló.

“Cambios no son de consideración”

Sonia Acevedo, profesional de CONAMA fue la encargada de exponer las consideraciones de los organismos técnicos que analizaron el tema. Partió recordando que este proyecto fue calificado ambientalmente en 2006, que comprende un ducto terrestre y submarino de un total de 50,4 kilómetros, que considera un by pass en Coelemu, un cruce por el río en el sector de Meipo y el uso de la faja vial y ferroviaria.

Las modificaciones al trazado, que originalmente cruzaba por terrenos situados fuera del radio urbano, considera un total de 2.370 metros de extensión, de los cuales 1.100 usan la faja ferroviaria y otros 1.100 metros propiedades públicas y privadas. Esto implica extender la longitud original del ducto en 0.47 kilómetros, totalizando 50,8 kilómetros.

Detalló que los servicios consultados para estos efectos fueron La Municipalidad de Coelemu, la Seremi de Salud, el Servicio Agrícola y Ganadero de Bulnes, la Seremi de Vivienda y la Dirección Regional de Vialidad.

Resumidamente, el Sag señaló que los cambios propuestos no son de consideración; mientras que Vialidad indicó que las modificaciones son menores y no requieren Estudio de Impacto Ambiental.

En tanto la Municipalidad de Coelemu afirmó que el nuevo trazado no implica mayor impacto ambiental pues éste pasa por sitios de alta intervención antrópica y que se utilicen las calles no produce mayor impacto.

La Seremi de Salud, a su vez, indicó también que no se trata de modificaciones de consideración, pero hizo consultas sobre las emisiones de ruido. Finalmente el Ministerio de Vivienda considera que los eventuales impactos ambientales en el área urbana de la comunidad están controlados por lo que no se requiere de una nueva evaluación ambiental.

También se explicó que concejales y organizaciones hicieron llegar sus observaciones y comentarios a este nuevo trazado.

Con estos antecedentes a la vista, el Comité Técnico que este nuevo trazado no amerita un estudio de ambiental pues no cumple los requisitos que se requiere para ello.

Luego de consultas de varios consejeros, se votó la propuesta del Comité Técnico, que fue aprobada en forma unánime por los 15 integrantes de la Corema presentes.

Eso sí hubo algunas consideraciones, como aumentar la frecuencia de las fiscalizaciones cada quince días durante la fase de construcción y de operación para dar mayor tranquilidad y seguridad a la población.

Pero eso no bastó y apenas terminó de verse este tema, los ciudadanos coelemanos presentes en la sesión lanzaron duros epítetos en contra de los integrantes de la Corema. La indignación era mayúscula y mayor aún la sorpresa por esta decisión.

Por lo mismo, tanto los concejales Juan Escalona, Angélica González y Leopoldo Silva opositores a la iniciativa, anunciaron que estudiarán las acciones a seguir, lo mismo que la agrupación ciudadana Coelemu en marcha. Estas se avisarán en los próximos días.

“No es una carta blanca para la empresa”

Mientras los indignados coelemanos esperaban la salida de los miembros de la Corema para hacerles una funa, el secretario ejecutivo del organismo, Bolívar Ruiz explicaba a la prensa qué había sucedido en la sesión.

“Hay un proyecto que fue evaluado y fue aprobado bajo ciertas condiciones por la Corema, y lo que hoy se estaba viendo es si una modificación parcial del trazado de ese proyecto ya aprobado y con condiciones de seguridad establecidas desde hace dos años, ameritaba el ingreso nuevamente al sistema de evaluación de impacto ambiental.
Existen consideraciones técnicas evaluadas por la dirección nacional de CONAMA que permiten dilucidar cuándo una modificación de proyecto amerita o no ingresar al sistema. Verificado ese análisis por cinco organismos públicos competentes se llegó a la conclusión que no ameritaba y en definitiva esa propuesta técnica fue la que aprobó por unanimidad la Corema”.

Recordó que tras la aprobación del complejo Nueva Aldea y a instancias de la propia comunidad, la Corema le exigió a la empresa un nuevo estudio para construir un sistema de evacuación de riles al mar debido a que la comunidad aledaña no quería que se siguieran descargando en el río Itata.

Frente a la resolución de este lunes, Ruiz aclaró que “no es cuestión que la Corema le da carta blanca a la empresa, no es eso, lo que tiene que hacer la empresa es construir el trazado de acuerdo a la normativa municipal, de acuerdo a las autorizaciones que tiene que darle la municipalidad de Coelemu, a las visaciones que tiene que darle la autoridad sanitaria respecto a la seguridad ambiental y laboral de quienes están construyendo. La Superintendencia de Servicios Sanitarios tiene que establecer un plan de monitoreo porque se trata de residuos industriales que deben cumplir una normativa. Por tanto aquí en ningún caso es una carta blanca, sino que se está aplicando la normativa vigente en Chile”.

Consultado si podía garantizar que no habría emanaciones de malos olores desde el ducto en su trazado por el pueblo, el secretario ejecutivo de la Corema reconoció que no estaba en condiciones de afirmar eso. “Jamás una empresa va a tener un cien por ciento de seguridad en cuanto a emisión de olores ni en el manejo de sus riles, siempre hay un margen que escapa a la normativa y protocolos de manejo de incidencias. Lo que sí podemos afirmar es que vamos a hacer cumplir la ley y que vamos a cubrir la condición relevante, que no se tomó en cuenta por la gente, y que planteó la Corema en cuanto a aumentar las fiscalizaciones cada quince días para dar mayor seguridad y tranquilidad a la población que hoy se siente con legítima inquietud”.

Y si bien la sensación de amargura e impotencia de este grupo de coelemanos fue grande, anticiparon que no se quedarán de brazos cruzados y trabajarán en la nueva estrategia que diseñarán para enfrentar esta situación que a todas luces los dejó disconformes y molestos.
Por María Eliana Vega
TRIBUNA DEL BIO BIO
Concepción, 14 de abril de 2008. En www.elciudadano.cl

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