miércoles, abril 08, 2009

Elena Varela con James Anaya Relator especial sobre Pueblos Indígenas



"Soy Elena Varela, presa política" declaró la cineasta chilena ante James Anaya, relator especial sobre pueblos indígenas para Naciones Unidas, el domingo pasado, en reunión sostenida en Amnistía Internacional. La documentalista denunció que intentan condenarla a 15 años de prisión con un burdo montaje cuyo fin es impedir que sus documentales puedan dar a conocer en todo el mundo la criminalización de las luchas del pueblo mapuche.
Ella habló cuando concluía la reunión del relator con organizaciones indígenas autoconvocadas en Santiago, que se extendió por casi tres horas. Los testimonios más importantes fueron de los padres de Matías Catrileo, el estudiante asesinado en enero de 2008 mientras participaba en una recuperación de tierras, de la madre de Miguel Tapia Huenulaf, detenido bajo acusaciones de "terrorismo" y enviado a la cárcel de alta seguridad de Valdivia, y de Carolina Cadin, hija de la lonko Juana Calfunao (comunidad Juan Paillalef) quien dijo que era la única integrante de su familia que permanece en libertad. Asimismo se denunció una desaparición forzosa ocurrida en 2008: el caso de José Huenante, un joven detenido en Puerto Montt por carabineros cuyos familiares no han podido dar con su paradero.
Anaya escuchó con atención y respeto las intervenciones que también denunciaron problemas de salud (inexistencia de consejerías para SIDA al pueblo huilliche en Chiloé y resto del país), injusticia y discriminación ambiental por la instalación de vertederos en comunidades, inexistencia de apoyo real a la educación intercultural y falta absoluta de consulta respecto de supuestas leyes que benefician según el gobierno a los indígenas.
El relator -apache por origen, abogado de profesión- partió señalando: "No tengo poder para cambiar las cosas. Pero sí puedo llevar la voz de los pueblos indígenas a los ámbitos de gobierno, hacer que ellos escuchen sus problemas, aspiraciones y desafíos. También eso puede contribuir a ampliar los espacios para estas discusiones".
Además de la reunión en Santiago -a la que tuve el privilegio de asistir- el relator sostuvo otra con organizaciones mapuche en Temuco, pero no visitó a los presos políticos.
Le escuché ezplicar que su viaje fue una decisión excepcional, pues luego del informe del anterior relator, Rodolfo Stavenhagen, no estaba agendada otra visita a Chile. Sin embargo él prefirió hacer un seguimiento directo de las recomendaciones formuladas por Stavenhagen, aunque fuera en un plazo muy breve como efectivamente ocurrió.
Habrá que esperar a conocer su evaluación final, mañana hay anunciada una conferencia de prensa de la que no espero gran cosa, pues ya se ve que tiene un lenguaje diplomático. Los relatores hablan por sus informes. Eso es lo que hay que esperar.
Su aspecto no lo hacía en nada diferente a cualquiera de los otros miembros de pueblos originarios presentes. De hecho cuando llegó, muchos no sospechamos que era la persona que todo el mundo estaba esperando! Pienso que algo positivo saldrá de este viaje. Apache y mapuche terminan en che...¿Sincronicidad? ¿Armonía? Ojalá.

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